Cada respiración tuya,
si me alcanza,
va aligerando el peso
de mis vidas antiguas.
Cada respiración mía,
mientras se pierde,
afianza los cimientos
del presente.
Poco se ha construído
sin mirar
a los días futuros.
Se camina ignorando
el aire,
los latidos de luz que nunca se repiten.
Se vive de espaldas,
se niega la magia
del río de soles y nubes,
silencios y risas
sílabas y notas
que construyen caricias,
en cada segundo
desapareciendo
para que nazca
de la nada otro vuelo
sin más propósito
que dar paso a otro vuelo sin propósito.
Tú respiras mi vida instantánea,
yo contemplo la luz que se aleja
después de bañarte.