PUERTA DEL VINO |
El corazón de hoy está revuelto,
quiere mudar de piel, suda palabras.
Pero la mente
se hace la distraída, no coopera,
finge ocuparse en cosas de provecho.
Voy sintiendo acercarse una tormenta,
o peor, una quietud exasperante.
¿Y a quién diré
que ya no aguanto más días sin cantar,
que el ritmo torpe y vano de estos días
me ahoga los sueños y las decisiones?
Mañana voy a sacarlo de paseo,
tiene que tomar lluvia, sol y vino.
Y si no hay nadie,
si no nos acompañan ni nos miran,
cantaremos solo para nosotros,
gritaremos el llanto y la risa,
las ganas de abrazar los árboles y el río.
La mente, con su sentido práctico,
va a unirse a nuestra fiesta.
Y si alguien pasa
lo vamos a invitar a cantar juntos,
a abrazar los colores, los silencios preñados,
la poesía del vino y del deseo.
AMÉN O AMEN COMO PREFIERAS O LOS 2
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