MÁS ALLÁ
Ya no me quedan alas que cortarme,
no me hiere la decepción cansina,
si lloro por amor, no existe nombre.
Es solo la emoción de oir la vida,
la sospecha de cosas que no mueren.
Ya no me quedan lágrimas amargas,
no me quedan más alas que cortarme
porque siempre me vuelven a crecer.
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