jueves, 23 de agosto de 2012

ATERRIZAJE DE UN PULPO




¡Que un rebaño de pulpos sobrevuele tu frente!

El tiempo me irrita.

Las horas
emulando el desfile de un batallón inacabable,
subdividiendose,
formando en distintas compañías,
pelotones en misión rutinaria, 
caracoles vacíos, brújulas extenuadas,
sopa de viento fugitivo.

Las horas impostoras
fingiendo transcurrir 
en una realidad falsa y absurda,
usurpando su papel
para burlar tu derecho a la verdad.

Las horas celestiales, relámpagos de gozo,
bendición cruel que se complace
en la melancolía ácida que impone.

Las horas ya muertas,
ignoradas, sin lápida,
reproche mudo en un bolsillo de otra prenda.

Y la hora en la que aparecerán
a poca altura
las bandadas de recuerdos voladores. 
Con sus tentáculos mesando tus cabellos
te anunciarán la hora
que siempre se aproxíma.

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