Necesitaba mar, casi me ahogo,
quise llenar de golpe el gran vacío
de tanto día gris a fuego lento,
de tanto medio abrazo y ya veremos.
Necesitaba amar, fue un desvarío,
casi me vuelvo loco comprendiendo
motivos raros, casi coherentes,
mares casi tranquilos de veneno.
Necesito vivir, morir es fácil.
Voy a quemar los barcos de la lógica,
podrá cualquier camino recorrerme.
En la armonía de cualquier desorden
llegará a mi la tarde enamorada
y cantaré en la luz que me consuma.
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