domingo, 11 de marzo de 2012

DIME CUANDO CUANDO CUANDO


Desorden de las horas,
a veces son escasas, 
otras demasiadas
que parecen condenas 
de lentitud exasperada.


Minutos revueltos,
segundos eternos, 
años que se esfuman
en la nada de efímeros progresos.


Meses apremiantes,
egoístas, tercos,
vacíos al final de tanto esfuerzo.


Estamos construyendo la existencia
que va a barrer el viento.


Solo quedan ideas sin palabras,
sentimientos, 
ideas sin contorno,
plenitud de un momento
procreador, a veces, de canciones, 
a veces de sospechas 
de que algo se ha muerto.


Y seguiremos enterrando días 
mientras nazcan deseos.

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