domingo, 2 de agosto de 2015

ESTAMPAS

Un hombre ya muy viejo
que sonríe a la vida
sin nostalgia,
con dos dientes y medio.

Una niña que sabe
que no tienen remedio
a los trece el amor, 
las caderas,
la salida del vello.

Un deseo profundo,
un antiguo proyecto
que despierta,
que pareció olvidado en el camino
y germina
como si fuera nuevo.

El asedio del tiempo
que sin pensar se esquiva
con abrazos,
con bromas distraídas
y la mente en silencio.