jueves, 13 de agosto de 2020

INSTANTÁNEA





Cada respiración tuya,
si me alcanza,
va aligerando el peso
de mis vidas antiguas. 

Cada respiración mía, 
mientras se pierde, 
afianza los cimientos 
del presente. 


Poco se ha construído 
sin mirar 
a los días futuros. 
Se camina ignorando 
el aire, 
los latidos de luz que nunca se repiten.
Se vive de espaldas,
se niega la magia
del río de soles y nubes,
silencios y risas 
sílabas y notas
que construyen caricias,
en cada segundo 
desapareciendo
para que nazca 
de la nada otro vuelo 
sin más propósito 
que dar paso a otro vuelo sin propósito.


Tú respiras mi vida instantánea, 
yo contemplo la luz que se aleja 
después de bañarte.

viernes, 26 de junio de 2020

POCA COSA




I

Es difícil saber qué pretende el poeta,
qué admite,
o considera suficiente.

Las ganas de llorar son poca cosa,
es poca cosa 
la falta de un motivo convincente 
o la chispa que inicia 
la libertad del llanto,
el grito anterior a la calma,
el abrazo desnudo perdido en el vacío, 
la renuncia 
a un nombre,  
a una historia presentable.

Es de valientes recibir el día, 
mirar a los ojos a esta noche
sabiendo que podría llevárselo todo
y a cambio no dar nada.


II

Yo tuve un gran amor
hecho de aire fingido, 
de los ojos vendados 
del pecho y de su sótano. 
Yo fui feliz sabiendo 
que todo era un intento 
que no lograba nada.
Lloraba fácilmente 
un llanto de borracho
que los amaneceres absolvían. 

Soñaba la existencia del futuro 
y advertía al pasado 
un ajuste de cuentas. 
Yo fui gallina ciega 
del tiempo que escapaba entre mis brazos. 

Hoy me paro a respirar silencio, 
miro a los ojos negros de la noche, 
me ciega y me extenúa 
el fuego de los soles inclementes, 
me erosiona
la huida imperturbable 
de las luces amables del poniente, 
el universo tan serio de polillas
en las filas de farolas sin alma 
de las calles desiertas que recorro.


III 

Poca cosa,
lo sé perfectamente. 
Me iría sin hacer ruido.
Pero un abuelo mío o de mi hermano,
juntó un millón de notas una a una,
erigió una montaña piedra a piedra,
labró un sendero entre dos mares,
dijo cosas 
que mostraron caminos 
a los amores y a las felicidades. 

Poco puedo hacer
más de lo poco,
pero será en la suma. 
No sé, solo pretendo 
abrir, cerrar, dar paso,
quién sabe, cocinar
unas pocas raciones 
del sustento del mundo 
que debería quedar 
cuando me vaya.




miércoles, 17 de junio de 2020

SONETO ALGO BUDISTA



Un sentimiento vagamente hostil
al sopesar que me han tratado mal
no se hinchará en un fiero temporal
antes de hablar contar hasta tres mil

Me niego a ser autómata de un rol
solo a mi coherencia sigo fiel
sea un desierto el día o un vergel
procuro un equilibrio sin control

Puesto que todo llega a su final
escojo lo que pongo en el atril
no quiero ser esclavo ni un gandul

Maquino mi plan lógico y cabal
pasar del mes de mayo hasta el de abril
absorto en lo infinito del azul

lunes, 15 de junio de 2020

PASADIZO



I

En las manos
los aperos 
de la lengua de tiempo,
sin corriente, sin vela.

No llueve, no hace frío,
no recuerdo sus ojos
ni sé de quién hablo.
O quizá en algún sueño
ya olvidado.

Faltan más de dos horas
para que amanezca
y olvide otro sueño
donde no pasa nadie.


II

Un verdadero amor
o un lobo silencioso
o una bella mentira
te acechan en el sueño.

Pero el sol está alto,
tienes mucha tarea.

Cuando sea la hora
y por fin duermas,
ya se habrán ido.

Caminarás de nuevo
sin preguntarte
si la escena,
alguna vez, o muchas,
se repite.
Recorrerás la escena
donde no pasa nadie.


III

Afuera está el mundo
y no sabes del todo
vivir en tu cabeza.

La música que te transforma,
al principio 
fue llegando del mundo.
Rápida fijó cimientos 
en tu sangre y tus huesos.
Eres ya un termitero
de infinitos pasillos y recodos
con su templo absoluto
en el centro del pecho.

Hay raíces y ramas
que no acatan los muros, 
van rompiendo en silencio
la calma del olvido.

Es cuando necesitas
que el mundo no te borre todavía.
No cabe aún la paz
entre tantas termitas.
No sabes vivir solo en tu cabeza
entre tantos millones de pasillos
donde no pasa nadie.


IV

Otra vez caminar.
Hoy lo percibes
como estar vivo obligatoriamente,
sin una dirección apetecible,
algún plan anterior a morirse.

Has llegado a los árboles.
El mundo te rodea
pero solo te habita su ruido,
nadie llega.

Un estanque con peces
lo deja todo claro,
muestra 
en sus aguas oscuras
un ser asomado al abismo
en el que tú respiras.
Tú, ser de un mundo inconcebible,
más allá de los sueños posibles
de un ser que respira
en su universo mínimo,
silente.

Es cuando eres consciente
y ves la utilidad
de seguir caminando.
Aunque sea entre la gente,
aunque no pase nadie.


V

Y llega, siempre llega,
presente, la hora de la tregua,
el nido vacío en la sombra
con su puerta posible,
azar de inexpugnable santo y seña,
vereda imprescindible
para pisar la tierra de destellos
donde no existió el tiempo,
siempre es ahora
y está nadie,
y puede ser cualquiera
con su abrazo rotundo sin comienzo.

Siempre va a ser nunca y ahora.
O la tregua
muda,
oscura, 
sin manos ni pies.




jueves, 14 de mayo de 2020

SONETO SENTADO



Es fácil que te llamen mientras cagas,
y difícil tener la voz serena.
Por eso no merecerá la pena
que urgencias de otras gentes satisfagas.

La prisa es la más necia de las plagas,
la arrastramos como una cruel cadena,
diez más dos días, son una docena
y se terminan, hagas lo que hagas.

La mente, siempre ausente de la escena,
vagando entre el pasado y el mañana,
enmascarando flores del momento,

absurdamente asume el argumento:
acata la esperanza siempre vana
del futuro que hará la vida buena.





miércoles, 13 de mayo de 2020

A TU NOMBRE



Fugaz, poco visible,
innecesario,
a los ojos ajenos 
lentamente caminas
hacia una nueva entrega de tu nombre.

El espejo asegura,
junto a la mayoría
de los pocos que perciben tu existencia,
que has cambiado,
que la barba 
te hace interesante o te avejenta, 
que ahora les recuerdas a tu padre,
y ese corte y ese color de pelo
te hacen mucho más joven y atractiva.

Tú recorres el día sin apenas notarlo,
con los mismos pulmones
que siempre han celebrado
la gloria de las risas, los miedos, los orgasmos,
han procesado el humo,
los silencios cobardes y los gritos desnudos,
año a año a tu nombre,
mudos en el informe 
de los días usados.

Solo traes la noticia 
de algunos versos nuevos,
o unas notas que suenan 
amarillas y verdes,
que han llegado de pronto, 
sin permiso, fragantes,
o las has segregado 
inadvertidamente
mientras tus ojos
vagaban a lo lejos en silencio.

El camino que acoge tu visión y tu aliento,
se reserva el derecho
de retocar tus ingenuos borradores
antes de que el espejo,
junto a la mayoría,
emitan su dictamen
sobre cualquier entrega nueva de tu nombre
y tu canción del tiempo silenciosa.

viernes, 17 de abril de 2020

CALLADO ASEDIO







PÓRTICO

Podría ser así,
se ve posible.
En la vida es difícil
que la mente dé tregua,
no dispare su ráfaga
eterna de sílabas,
párrafos y razón
que se adueña de todo el territorio
como a veces el fuego, 
como el agua a veces.

No se oían palabras.
En el sueño
los hechos no obedecen
ni al agua ni al fuego,
no siguen estructuras 
de cómo deberían ser las cosas.
El tiempo ha abdicado, no está, 
nadie lo busca.
Su poder,
mayor aún que aquel de las palabras,
queda igualado al nuestro,
vuelto nada.
El nuestro,
siendo nada
se libera.

Puedes amar un rostro no nacido.
O verte, sin preámbulos,
enredado
en un trato carnal inconcebible,
y que todo suceda
sin que puedas lanzar un adjetivo, 
sin que un pronombre, un símil o un adverbio
ayuden al control de la emergencia.


Si acaso algún concepto,
por ejemplo, de pronto,
inesperadamente, 
así de sopetón, como un relámpago,
cambia la escena, la luz, el decorado.
La ley de la causa y el efecto 
escapando entre burlas y revanchas
se enroca en algún zulo inescrutable.

Parece ya otro día, otra existencia,
aunque aún late 
un rumor de inquietudes sin memoria.

El pecho sospecha.
Involuntariamente, aunque eficaz,
dirige la deriva de los pies
y el discurso, 
que ha vuelto, irresistible,
a ocupar, cual imperio que se expande,
la consciencia.


ENTREMÉS

Procurando el silencio,
se esforzaba la mente
en su batalla.

¿Has visto la sal?
no la encuentro.

Ahí la tienes,
delante de tus ojos,
casi en tu mano.


LABERINTO

En alguna intención
breve, rotunda, evaporada,
un verbo en su casilla de salida
deriva por la ósmosis brillante
hacia las dunas.

Siempre lo supe, 
y ahora no lo encuentro.
Pero renacen tercas, vuelan las ilusiones
amándome del laberinto al treinta.

Así es vivir, el agua entre los dedos,
los dedos entre arenas de otro día,
el día, desnortado de su fila.

Vuelve disimulando,
haciéndose el que no recuerda nada.
Pero hay pétalos
que huyen de entre las páginas
y vuelven al rumor de las acequias.

El verbo, en su casilla de la nada
se hace crisálida de algún color sin nombre.
Las palabras se están volviendo espuma,
y alguna idea muda
gira y gira,
reiterándose en los círculos del cráneo
hasta el sudor del alba
que inaugura
otra serie de pasos aturdidos.


NOTICIA

Todas las horas están mordidas,
ninguna contiene sesenta minutos.

Eso mismo le pasa a las semanas,
al dinero, a los romances, al olvido.

Nada existe completo,
y por brutos o ciegos o ambiciosos,
sufrimos y lloramos la carencia
de aquello que está vivo en nuestras manos.

Anhelamos esa fruta perfecta
que, con suerte,
será pronto excremento. 
Y despreciamos demasiadas cosas.



URGENCIA FICTICIA

Debería... quizás,
aunque no me lo pueda permitir...
Sería útil, está justificado... 
Lo deseo.

Es posible, 
aunque en esta situación no me convenga,
que decida comprar -está en oferta-
un fustilizador.

Silencioso, ecológico,
ocupa poco espacio en el armario.
Podría resolverme algunas dilaciones,
mantenerme ocupado
cuando se abra alguna puerta del vacío.

Debería decidirlo antes del martes,
la oferta se termina,
si le suben el preció ya no valdrá la pena.

Lo compro! al fin y al cabo
vamos a morir todos.

Aunque... quien sabe?
cuando haya más oferta en el mercado
podrían mejorar las prestaciones.
Puedo esperar un poco, 
puede que sea mejor, y si esta tarde
se abriera alguna puerta y me nombraran,
me mantendré ocupado
imaginando 
cómo sería la vida sin comprarlo,
sin tenerlo nunca,
sin un fustilizador en el armario.


CALLADO ASEDIO

Callado asedio, herméticos motivos,
ráfaga ineludible de inquietudes
asomándote, dudes o no dudes,
al fondo de los sueños persuasivos.

Nacemos de la muerte ya cautivos,
y en vano es escondida por la mente.
Buscamos libertad contra corriente,
perdemos la consciencia de estar vivos.

Pocos son los que advierten, simplemente
viviendo en las más básicas virtudes,
que los logros no son definitivos,

que hay amores, mas siempre fugitivos,
que de las cunas a los ataúdes,
es siempre nueva el agua de la fuente.










miércoles, 8 de abril de 2020

LOS PRESENTES







Náceme mil latidos,
respire tu luz ante mis ojos
o en un rincón inmenso y luminoso
del camino del sueño.

Lo que te doy es tuyo
pues nace en mí al saberte,
como mía es tu forma
porque puedo mirarte.

Aunque andemos perdidos
entre vientos lejanos que nunca se rozaron
o en los aires inmóviles que no sueñan distancias,
en un rincón amable de magia consumada,
luminoso y enorme,
nos daremos, nos damos hoy la luz,
el abrazo, la consciencia y la forma,
porque el presente tiene
millones de latidos.

martes, 7 de abril de 2020

EN LA CASA VACÍA





Disuelve mi memoria
no me dejes
en la casa vacía
tú también

Haz que recorra días y paisajes
en los que no estuviste ni vendrás
Renuévame los ojos y las manos

Tiñe de otros olores y otras luces
mis sentidos cuando calle la mente
cuando no nazcan ni sirvan las palabras

Deja que no conozca
mi oficio ni mi nombre
que solo pueda adivinar si tienes frío
si quieres caminar o evaporarte

Indícame el camino
del borde de la noche
o de la puerta de un único pasaje
Invítame a beber
el vino que has pisado
para hacer que me pierda

O dime hasta la última verdad
pero tú no me dejes
en la casa vacía