lunes, 27 de junio de 2016

ELEMENTOS



No encuentro mi tristeza, 
se me ha perdido,
no sé donde la he puesto 
o a donde ha ido.

No llegas en la brisa
y mi tristeza 
no dice ningún nombre
y a nadie niega.

Será que el corazón se ha congelado?
El que muere de frío, 
oí decirlo, sonríe un poco.
Los hielos de este río, 
cuando el sol los derrite 
me vuelven loco,
y mi sonrisa
no sé hacia donde mira, 
no tiene prisa,
miedo tampoco.

Será que el tiempo casi me ha borrado,
como carta perdida 
que nadie entrega?
Será que es la alegría 
relámpago ciego,
Güije travieso?
Será que llegue el día?
Soy tierra y agua, 
seré aire y fuego.

DE PASO



En buena compañía estoy muy bien,
estoy bien conversando con cualquiera,
me acomodo a la huída y a la espera,
fluyo entre la mentira y el desdén.

Atravieso la vida en cualquier tren,
avanzo, no me importa en qué manera.
Me moja el cielo, voy hacia la hoguera
para besar lo poco que me den.

La soledad, mi vieja compañera,
antes me hacía sufrir, ahora me abraza. 
No pide nada, es buena consejera.

Me conforta, sentado en cualquier plaza
o caminando por cualquier acera,
saber que no soy cazador ni caza.

La Habana enero de 2012

DESPEDIDA


Hay cosas que se saben porque sí,
lo sé porque lo sé, tu no me amas.
No insistas en tus débiles proclamas,
aunque me veas de frente ya me fui.

No elegimos haber llegado aquí,
y juntos ni ganamos ni perdimos.
Ni tu ni yo a conciencia confundimos
lo transcendente con lo baladí.

No me lamento, el tiempo no perdí, 
fue vida, si, lecciones que aprendimos,
chispa y cenizas, un minuto llamas.

Pasó el tiempo de andarse por las ramas, 
agradezco lo poco que nos dimos, 
siento paz alejándome de ti.

La Habana, enero de 2012