pero vienen otras mañanas limpias,
quedan días inofensivos, leves.
Hasta llegarán noches
con olor a verano,
a sal, jazmín, abrazo...
Hay que pagar con frío,
con la sequía incomprensible de las lágrimas
y un papel secundario
de equilibrio y de ánimo.
Hay que gritar lemas prudentes a uno mismo,
compararse con quienes sufren mucho.
Hay que sentirse bien y afortunado,
que todos puedan verlo y sopesarlo.
Hay que acatar las horas, las semanas,
la prisa, los semáforos, las charlas,
las pérdidas de tiempo y de entusiasmo
y los embudos negros
de amores nunca ciertos.
Pero vienen mañanas sin marca del destino,
a priori inocentes y capaces de todo.
Y la tarde del último sueño
llegará con olor a verano,
a noche de jazmín, abrazo y sal.
Eso deseo,te deseo,que llegue y que llegue en blanco de Paz en rojo no de sangre...pero que llegue ...
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