Porque sigues de pié
y caminas con todas tus grietas,
y te levantas de las pequeñas muertes.
Porque periódicamente te levantas
y no renuncias ni al amor ni al olvido,
y no repudias la taberna ni el gimnasio.
Porque amas sin destino, sin nombre,
y no castigas al corazón ingenuo,
y tu mente no abusa de su rango.
Porque fabricas sueños y alimentos,
y te alimentas de los sueños recibidos,
y de tus sueños alimentas a quien busca.
Por eso me levanto
y estoy de pié a tu lado,
y te amo sin pensarlo,
y fabricamos días, años, vidas...
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