jueves, 15 de septiembre de 2011

NO PUEDO QUEJARME

Llegué solo, nacemos de uno en uno,
por más que invento y pruebo, sigo solo.
Por cosas del amor que no controlo,
me veo en más de un lance inoportuno.


No acabo de adaptarme a tanto ayuno,
paso de la abundancia a la sequía,
si algún romance dicha prometía,
se deshizo como un coito perruno.


"Miserias hay mayores!" dirá alguno,
"Desde mi nacimiento hasta este día,
solo toqué la flauta de Bartolo"


Lindos recuerdos revivo y reúno,
que hacen grande mi cuota de alegría.
Por eso es que ni lloro ni me inmolo.




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