lunes, 13 de agosto de 2012

ESA HORA



La hora hueca,
llega de pronto
envuelta en otras horas
que tampoco saben transcurrir,
que terminan por la inercia
que todo consume.

Esa hora de ventanas ocultas
que me ven desorientado, sin empuje,
y, de reojo, murmuran ironías.

Esa hora que miro de frente
desafiando
el poder impredecible que nada en su placenta.

Esa cima desde donde contemplo
la terquedad del tiempo en sus tres formas:
no cambiar, no durar, no llegar.

Esa hora de silencios estridentes,
de universo frondoso y abismo sordomudo,
esa hora en que sospecho una puerta
y casi huelo el aire nuevo que hay detrás,
esta demasiado poblada de segundos,
todos huyen o mueren o se esconden,
ninguno grita "éste es el momento!"


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