Tuve un sueño feliz, soñé que amaba,
resplandeció la vida en su mirada
de un fuego dulce que ahuyentó la nada
y arde aún, aunque sepa que soñaba.
Abro los ojos, despierto enamorado
de la vida que pide que la viva,
me habla de amor que entrega y no cautiva,
la guarida que busco y no he encontrado.
Quiero soñar, voy a avivar el fuego,
a sumergirme en los ojos profundos
que me regale el sueño de la vida
y despertar sin la angustia del apego,
andar por los caminos de otros mundos
respirando la paz de mi guarida
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