El miedo se disfraza de paciencia
y nos hace sentirnos seres civilizados.
El amor lo contiene, pero no lo conoce.
O quizá se hace el sordo, finge no haberlo visto.
Amor civilizado,
confundes la paciencia con el miedo,
con el terror a la ausencia, la distancia,
a los aguijonazos del recuerdo.
El miedo se disfraza de perdón
y sentimos el pecho tan ardiente y tan hondo...
Pero las cuentas sin pagar esperan,
el amor, enfermo y loco, ya no puede.
Amor cobarde, hoy no se fía!
Miedo, ¿porque te gusta tanto disfrazarte?
Año 2008
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