domingo, 29 de diciembre de 2019

UN VIENTO





Mira el papel
vacío.

No empujes, 
espera que se acerquen dos palabras,
no las asustes,
déjalas que te miren,
te huelan,
quédate quieto un poco, 
hasta que te conozcan.

Cuando se sienten, diles
que estas haciendo un barco
para cruzar los montes,
porque has soñado
el día que habitabas una casa,
que en ella conociste a tu familia,
que viste árboles, una huerta y un río
desde una ventana.

Dile a tus dos amigas que se esperen,
que estás juntando un viento de palabras,
y todavía no sabes
si desde la azotea se ve el mar,
que prefieres llegar por la mañana,
que la orilla se esconde tras los montes,
que los montes los oculta una niebla,
que ya hace años, horas y minutos
que no corre viento
y que, caminando,
solo llegas al borde de la noche,
que detrás no ves nada.

Y otra vez amaneces 
olfateando,
por si soplara un viento de palabras.

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