Desde aquella niñez en mi playa
que mira hacia África,
he recorrido tanta vida pensando
que había perdido el norte...
Ahora el camino se muestra ya desnudo.
Tantos ropajes que ha vestido en sus meandros
para crear ansiedad de desenlaces,
de enredos del azar y de la lógica,
carnaval desafiante y evasivo
donde solo un personaje sobrevive...
Y sintetiza en uno los cien mil caminos,
los que rehusó,
los cien mil recorridos,
los que sabe que ignora,
los apenas intuidos...
Una única arteria
sin venas de retorno,
desnuda y hermosa hacia mi sur.
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