viernes, 1 de abril de 2011

ESCASA


De ti me queda
un sabor de balanza volcada,
un pozo seco, un viento
de palabras.

Me queda la certeza de la duda,
la contabilidad de la esperanza,
y la ternura
guardada en un trastero de otra casa.

Me olvidé la maleta de caricias y besos,
y en la mudanza, 
he perdido la llave del sueño,
una caja de ideas y otra de venganzas.

De ti me queda
una ilusión sin norte ni guarida,
un vértigo liviano de la nada,
de ti, presunta amiga,
lo que queda, se apaga.

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