sábado, 2 de abril de 2011

EL HUMANO


En el mecerse de una inquietud tenue,
el humano se asoma a su pasado,
en su ensueño se mira interpretado:
títere a veces ruín y a veces héroe:

Hubo veces que amó sin la destreza
que el tiempo solo enseña cuando es tarde,
demasiado valiente, muy cobarde,
impaciente encallado en la pereza.

Cuando aprendió a sembrar halló el desierto.
Al desplegar sus velas hubo calma.
Su islote en el océano es soñar.

Cuando la nieve cae sobre su huerto,
bebe canciones, emborracha el alma,
y sueña con el mar y con amar.

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