martes, 5 de abril de 2011

LA ACERA



Va caminando con paso discreto,
no llama la atención, es otra hormiga.

Si fuera más despacio,
la luz o los olores
darían a sus pasos
un sentido turístico.

Si anduviera deprisa,
con aire deportivo o retrasado,
Sentiría la brisa de abril en sus orejas.

Si corriera,
podría parecer que iba huyendo,
y, de no ser así,
se cansaría pronto.

Si parara,
la nostalgia en su inercia
y el miedo repartido,
mitad a la verdad
mitad a no saberla,
lo podrían aplastar como a un insecto.

Va caminando con paso discreto
porque no sabe hacia donde camina.

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